Son muchas las noticias sobre la evolución de los gases de efecto invernadero esto días y su relación con las medidas de confinamiento impuestas debido al COVID19.
Gracias a nuevos informes de la Universidad de Castilla La Mancha y de la Agencia Internacional de Energía (IEA), podemos analizar en profundidad cómo ha afectado finalmente este virus al calentamiento global.
Impacto del Coronavirus en las emisiones de CO2
Según el informe de la IEA, estamos ante la mayor reducción de emisiones de CO2 con respecto al año anterior desde que hay registros. Pero, ¿es esto una buena noticia?

Por supuesto es una buena noticia, ya que significa una reducción significativa en las emisiones, no obstante, los niveles de CO2 en la atmósfera siguen aumentando. Esto es debido a que, si bien hemos emitido menos gases que el año pasado, nuestras emisiones aún son muy elevadas.
Según los informes del IPCC, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, deberíamos mantener este descenso del 8% anual TODOS LOS AÑOS si queremos evitar que la temperatura media global suba permanentemente por encima de los 1.5ºC, por lo que, lejos de ser una victoria, la crisis del Coronavirus solamente nos está marcando los pasos a seguir en cuanto al futuro de las emisiones.
“Para evitar que la temperatura siga subiendo, debemos continuar una reducción como esta de las emisiones año tras año”
El efecto de los vehículos
Si nos fijamos en otro gas de efecto invernadero, el NO2, más asociado a las emisiones de vehículos, sí se percibe una reducción significativa en la atmósfera. Es por esto que, la UCLM, las 5 ciudades españolas más grandes están teniendo la mejor calidad del aire desde que existen registros.
Las conclusiones son claras, el camino está marcado, pero aún queda mucho por recorrer. Este año cumpliremos con el objetivo de reducción de emisiones, pero debemos esforzarnos en que esta sea la tónica habitual en los años venideros.